Félix Cervantes Mundaca:
35 años al servicio de la institución wanderina
Félix nos cuenta que llegó al Club
cuando este estaba en la calle Lira, a un costado del hermoso Teatro
Valparaíso, que más que teatro era un cine, frente a la Plaza de la Victoria , cuando tenía
apenas 16 años de edad, y en calidad de utilero estuvo hasta que lo llamó la
milicia para hacer su servicio militar, por lo que estuvo como tres años
alejado de su trabajo en Wanderers. Pero después de esto regresó y se quedó
hasta ahora, y ya son más de 35 años desde entonces. ¡Toda una vida!
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCCQvMKWtGuls6uHbjHChLbmhbb-aqcOY_Df-0qHDH08bhGtWyUXrRcAFJognNsccqGJduhT9Hdq1kGeTi5QF3Jq2OOTetZPTWo2Y3z9n9dWMgGkYmasjgxfDvGJLOBzijvN3onaQdrvk/s200/2.jpg)
Y en
este tiempo, que son más tres décadas, nuestro amigo Félix, ha hecho de todo y
pocos deben ser los wanderinos que no le hayan visto alguna vez, y si no lo
encontramos en la casona de Independencia lo podemos ver en los estadios, sea
donde le toque jugar al Decano. Por lo que seguramente este fiel servidor
caturro, ya debe ser parte del inventario del Club.
Durante estas
décadas de servicio Félix Cervantes, como el personaje, Don Quijote, ha
recorrido la Meka
y la seca, siguiendo los avatares de nuestro equipo verde y blanco, a través de
los campeonatos, tanto en Primera como en Segunda, por lo que ya se le puede
considerar como parte integral de la Historia de Wanderers, con todas las experiencias
y anécdotas que esto conlleva. Y sobre esto, por supuesto, que las vivencias de
este personaje deben dar como para escribir una extensa bitácora de las
correrías del Club, las que cualquier wanderino se las quisiera.
Como el propio personaje nos cuenta, durante su
largo viaje por la memoria de Wanderers, le ha tocado conocer a mucha gente,
especialmente a jugadores de cuyas proezas las recuerda con nostalgias, también
debe “almacenar” sabrosas y jocosas historias, propias de una institución que
le vio crecer como persona y profesional, también su memoria contiene parte de
la galería de presidentes que han pasado por Wanderers, y de ellos con
seguridad debe haber compartido buenos e ingratos recuerdos, pero como sea, la
imagen que la mayoría tenemos,
es de un caballero entrando y saliendo de la sede de calle Independencia con un
bagaje de recuerdos a cuesta, haciendo de él todo un personaje en la vida
cotidiana de nuestro Santiago Wanderers.
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