EDITORIAL

Justo por pecadores

Rubén Guerrero Carcamo

Director

Malestar produce entre la hinchada cuando debe quedarse en casa cada vez que el Tribunal de Penalidades de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), nos sanciona con un o más partidos a puertas cerradas, y todo por culpa de un grupo de incondicionales que se dicen wanderinos, nos castigan a todos por parejo a quedarnos fuera del estadio.

Las autoridades del Fútbol castigan a la hinchada como si de “cabros chicos“ se tratase, y para peor aplican sus medidas punitivas de “chincol a jote”; o sea, sin tomar en cuenta quienes han sido los culpables del desorden, y lo que no hacen estos dirigentes, es no darse cuenta que no todo el mundo va a los estadios a echar la bronca ni a cometer desmanes. Por lo que si aun no se han percatado es que nuestra Barra Oficial, compuesta por antiguos socios del Club Caturro y prácticamente por personas de la tercera edad, que siempre han asumido que ver un partido de fútbol es cosa de gente decente y tranquila, por lo que seguimos viendo este deporte con pasión y alegría.

Lo que nos molesta de sobremanera, es que esta noble hinchada a pesar de estar al día en sus cuotas al Club, debe quedarse “castigado” y sin poder presenciar en vivo y en directo el partido, por lo que nos sentimos discriminados y pasados a llevar en nuestros legítimos intereses.

Sin ir más lejos ni en el tiempo, supimos por los medios que el argentino Club de River Plate, fue sancionado por desordenes a jugar sin público, y al parecer por un par de fechas, pero los dirigentes tanto del Club como de la Asociación Trasandina, dejaron sin efecto el castigo para todos los socios abonados y al día en sus cuotas, como una razonable medida, ya que no siempre se puede cortar por lo sano y que toda la hinchada pague por justos y pecadores. Y esto precisamente lo que traemos a colación los dirigentes de esta emblemática Barra Oficial del Club Santiago Wanderers.